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Soy parte integral de la Vía Láctea y me abro a sus influencias favorables.
Beneficios:
Te sentirás cargado de la energía celestial de la galaxia.
Aumentará tu sabiduría y la percepción de tu mundo.
Método:
Esta meditación puedes hacerla en la postura del Indalo, de pie o tumbado. Se practica en lugares al aire libre, en noches estrelladas.
1. Adopta la postura del Indalo alineando tus brazos con la Vía Láctea, silencia tu mente y quédate el tiempo que desees en un estado contemplativo.
Tendrás la sensación de que la Vía Láctea es como un gran arco que sostiene la cúpula celeste apoyada en las palmas de tus manos.
Siente cómo su energía bendice a todas las dimensiones de tu ser.
2. Descansa los brazos colocando las manos juntas frente al pecho en actitud de oración.
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