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Siembro buenas semillas y las cuido para obtener buenos frutos
Beneficios:
Este ejercicio te aporta la seguridad de que si siembras pensamientos benévolos, generas acciones honestas que te proporcionan frutos divinos.
Método:
Paso previo:
Piensa en las cosas buenas que quieres sembrar en tu vida, si lo deseas puedes escribir una lista en un papel con tus propósitos y tus proyectos.
Adopta la postura del Indalo y permanece el tiempo que quieras abierto a que se hagan realidad tus deseos.
Ejercicio:
1. Lleva el brazo derecho hacia tu cadera izquierda, imagina que ahí tienes una cestita o una bolsa con buenas semillas y que las coges con tu mano derecha.
2. Abre el brazo derecho hacia la derecha imaginado que esparces las semillas sobre la tierra para que nazcan. Visualiza que esas semillas son cosas buenas que estás sembrando en tu vida.
3. A continuación lleva tu brazo izquierdo a la cadera derecha. Imagina que ahí también tienes una cestita con buenas semillas que apresas con tu mano izquierda y
4. las esparces abriendo tu brazo hacia la izquierda.
Continúa estos movimientos sincronizados con la respiración el número de veces que desees, repitiendo mentalmente el siguiente mensaje:
“En mi vida siembro buenas semillas
que dan frutos divinos.”
Nota: Puedes hacer este ejercicio caminando en la naturaleza.
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